Juan vio una puerta abierta en el cielo y se lo dijo que llegó la hora de ver el futuro. En el Espíritu, se lo llevó al salón del trono de Dios y vio el Padre sentado en el trono. El Espíritu Santo, los siete espíritus de Dios, también estaba allí. Alrededor del trono “había cuatro seres vivientes cubiertos de ojos por delante y por detrás.” Además, decían: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir.”
Esta escena es parecida con lo que Isaías vio en su visión del salón del trono de Dios. [Isaías 6:2-3] Ezequiel también tenía un encuentro con los cuatro seres vivientes. [Ezequiel 1:4-20] Hay unas diferencias pequeñas en la descripción de estas criaturas en estos pasajes, pero no es tan sorprendente. Los ángeles pueden cambiar su aspecto. [2 Corintios 11:14; Hebreos 13:2] En fin, los seres vivientes son seres angélicos que rodean el trono y adoran a Dios.
Con respecto a los veinticuatro ancianos, basado en Apocalipsis 5:8-12, donde repetidamente utilizan la tercera persona para referirse a los creyentes, son otra clase de ser angélico. Como los seres vivientes, adoran a Dios y proclaman su santidad. Declaran: “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas” ¡Amén!