There are two kinds of science. Experimental science involves doing experiments in the present and drawing conclusions. Historical science involves piecing together what happened in the past. Since history doesn’t repeat itself, explanations about the past require assumptions. Well, evolution is a theory of history. It is based on the assumption that matter is all there is. Of course, if this were true, all of our so-called ‘thoughts’ would be the result of chemical reactions in the brain. They’d be chemically sound, not logically sound. Why trust them to be true?
Speaking of trust, evolutionists believe that nothing created matter. This violates the First Law of Thermodynamics, which states matter and energy can’t be created or destroyed. No one saw this happen, and it can’t be recreated in a lab, so evolutionists accept this happened by blind faith. Incidentally, everything that has a beginning has a cause. What caused nothing to create matter in spite of scientific law? Often, the answer is chance, but chance doesn’t cause things to happen. That’s a lot like telling a teacher that chance made you forget to turn in your homework. Besides, luck isn’t a very “scientific” explanation for the universe’s existence.
Regardless, evolution claims that non-living chemicals created a living organism. Yet, this violates the Law of Biogenesis, which states that life can only come from life. If a scientific law says living organisms can only come from other living organisms, how did non-living chemicals turn into a living organism?
Likewise, natural selection supposedly made this single-celled organism more complex. Curiously, natural selection does the exact opposite of what evolution requires. Over time, it gets rid of genetic information, because genes which aren’t passed on are eliminated from a population. Since natural selection reduces existing genetic information, how could a one-celled organism become more complex? Well, mutations don’t help the case for evolution. They create new, sometimes beneficial traits by corrupting existing genetic information, but they don’t create new information. For instance, a mutation that produced the loss of wings for beetles on a windy island would be helpful. The problem? The beetle’s loss of wings is a loss of genetic information.
That said, if an asexual organism turned into a human over time, where did sex come from? The asexual organism would’ve had to develop male and female sexual reproductive organs at the same time, because you can’t have one gender before the other. If you did, the other gender wouldn’t have been able to reproduce.
Overall, everyone must choose between two miraculous accounts of how we got here, evolution or the biblical account of creation, both of which must be accepted by faith.
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Hay dos tipos de ciencia. La ciencia operacional, también llamada ciencia de observación o ciencia experimental, supone hacer experimentos en el presente para sacar una conclusión definitiva. La otra clase de ciencia se llama ciencia histórica. Ésta supone darle sentido a lo que pasó en el pasado. Ya que la historia no se repite, explicaciones del pasado requieren suposiciones. Por ejemplo, la evolución es una teoría de historia. Se basa en la suposición de que sólo existe la materia. Por supuesto si fuera verdad ésta, todos nuestros pensamientos serían el resultado de reacciones químicas. Serían químicamente sólidos, no lógicamente sólidos. ¿Por qué confiaríamos en ellos?
Hablando de la confianza, los evolucionistas creen que la materia se formó a sí mismo de la nada. Esta creencia viola la primera ley de la termodinámica, la que dice que la materia y la energía no se crean, ni se destruyen. Nadie presenció este supuesto evento. Asimismo, no se puede reproducir en un laboratorio, así que el creyente en la evolución lo acepta por la fe ciega.
¡Qué irónico! Por cierto, todo lo que tiene un principio tiene una causa. Dios es eterno, entonces no tiene principio ni causa porque siempre ha sido y permanecerá para siempre. Sin embargo, ¿qué hizo que la nada creara la materia a pesar de la ley científica? A menudo, la respuesta es la casualidad, pero la casualidad no causa nada. Es similar a decirle a un profesor que la casualidad te impidió que hicieras tu tarea. Además, la suerte no es una explicación muy científica del origen del universo.
De todas formas, la evolución asegura que unas sustancias químicas sin vida produjeron un organismo vivo. Esta creencia viola la ley de la biogénesis, la que nos explica que la vida sólo proviene de una vida que ya existe. Puesto que una ley científica declara que la vida sólo viene de vida previa, ¿cómo es posible que una sustancia carente de vida pueda darle vida a un organismo vivo?
Sumado a ello, se supone que la selección natural hizo este organismo más complejo. Curiosamente, la selección natural hace lo opuesto de que se necesita la evolución. De hecho, con el paso de tiempo, elimina la información genética porque los genes que no se transmiten son suprimidos de una población. Ya que la selección natural reduce existente información genética, ¿cómo es posible que un organismo de una célula se haga más complejo? Pues las mutaciones no ayudan el caso de la evolución. Crean nuevos rasgos, a veces beneficiosos, por medio de corromper existente información genética, pero no crean nueva información. Por ejemplo, una mutación que produjera la pérdida de alas de insecto que vive en una isla ventosa sería útil. ¿El problema? La pérdida de alas es una pérdida de información genética.
Habiendo dicho eso, si un organismo asexual se convirtió en ser humano con el paso de tiempo, ¿de dónde vino el sexo? El organismo asexual habría tenido que desarrollar órganos reproductores de los hombres y de las mujeres a la vez, porque sería imposible tener un género antes que el otro, dado que un género no se reproduce sin otro género.
En resumen, todo el mundo tiene que escoger entre dos relatos milagrosos de nuestro origen, la evolución o el relato bíblico de la creación. Y, contrario a la creencia popular, los dos requieren la fe.