Recientemente, el presidente sirio Bashar al-Assad visitó los Emiratos Árabes Unidos. Fue la primera vez que había visitado un estado árabe desde 2011, el comienzo de la guerra civil siria.
El otro día, hablábamos de la reconstrucción posguerra de Siria y que es probable que vaya a preparar el escenario para la guerra de Daniel 11:22. Primero que nada, según el ex-ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Mualem, empresas rusas e iraníes van a tener prioridad en la reconstrucción de Siria. Sin embargo, aunque los rusos están en buena posición en Siria, no tienen el capital para reconstruir el país devastado por la guerra. Asimismo, la economía iraní no está en buen estado. En gran parte, los estadounidenses salieron de la región. Turquía depende de Rusia por petróleo y gas natural. Por eso, los turcos no van a hacer nada sin la aprobación rusa.
Al fin y al cabo, los estados árabes del golfo son los únicos países que están en una posición para ayudar. Arabia Saudita y el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo tienen el capital para reconstruir Siria, un país árabe, ¿Pero trabajarán con Assad? Con base en esta reunión en Dubái, por lo visto la respuesta es sí.
En 2019, el Christian Science Monitor informó de que los estados del golfo presionaban a Estados Unidos y Europa para suavizar sanciones y no atrapar empresas e inversionistas árabes que buscan reconstruir Siria, su vecino. Además, el informe dijo que varios funcionarios y legisladores árabes afirman que la reconstrucción de Siria es la última y mejor oportunidad para limitar la influencia iraní en Siria y reintegrar Damasco en el mundo árabe.
Los árabes y los israelíes van a querer tener voz en lo que pasa en su vecindario. Si Rusia trata de dominar la situación después de la guerra, se va a poner feo.