Aunque Israel condenó lo que Rusia hizo en Ucrania, sus críticas han sido suaves. Habiendo dicho eso, los israelíes trataron de aprovecharse de la atención dividida. La semana pasada, mientras Rusia se concentró en Ucrania, Israel decidió bombardear a Siria. Tres soldados sirios murieron. Qué mensajes contradictorios, ¿no?
Claro, Israel bombardea a Siria de vez en cuando. Sin embargo, es raro que Rusia se vea afectado. Hace unos meses, Israel lanzó ataques aéreos contra el puerto de Latakia, con varios misiles sobre el depósito de contenedores. En realidad, Rusia controla el puerto de Latakia y el puerto de Tartus, no Siria. De hecho, durante su invasión de Ucrania, Rusia tenía muchos buques en el mar Mediterráneo.
Tal vez como represalia por lo que hizo Israel, se supone que un bloqueador ruso en Siria ha causado problemas de navegación para el espacio aéreo civil israelí. A pesar de esto, Israel ha tratado de evitar un conflicto con Rusia. No es sorprendente, ya que Rusia no va a irse de Siria. Es decir, Siria ha cedido a Rusia el puerto de Tartus como base naval por 49 años. Además, muchos alumnos sirios ya estudian ruso.
Es obvio que Rusia quiere quedarse en Siria un rato, quizás de forma permanente. Israel y muchos de sus vecinos árabes no van a aceptar esto. Actualmente, le hacen la vista gorda. Fíjense que el presidente de Ucrania quería que Israel fuera el mediador de las negociaciones con Rusia. El embajador ucraniano en Israel dijo: “creemos que Israel es el único estado democrático del mundo que tiene excelentes relaciones tanto con Ucrania como con Rusia.”
Aunque pueda ser la verdad en estos momentos, con el tiempo, las tensiones entre Rusia e Israel solo van a crecer. La reconstrucción de Siria va a preparar el escenario para la guerra de Daniel 11:22.